En la época veraniega el calor modifica nuestras costumbres gastronómicas, dado que las necesidades nutricionales del cuerpo varían. Se transpira más, las digestiones se hacen más pesadas con el calor, disminuye el apetito por el mismo motivo… Por ello, es tradicional apelar a comidas más ligeras, a beber más agua, a aumentar el consumo de frutas y verduras frescas, a buscar menús que en vez de incrementar nuestro calor nos ayuden a disminuir las altas sensaciones térmicas, y que nos ayuden a rebajar la ingesta de calorías, para que podamos mostrar nuestros cuerpos en playas y piscinas lo más esbeltos posible. Para ello, una deliciosa forma de alimentarnos esas noches de verano que apetece temas ligeros y que no tenemos de complicarnos con temas muy elaborados, o simplemente, para no perder un minuto de este verano o para llevarte una comida rica si viajas o vas a la playa, los sándwiches son la solución, de larga tradición en las cocinas mediterráneas, y que en todo el mundo son populares.